lunes, 2 de diciembre de 2013

LA RESISTENCIA AL CAMBIO

El ser humano se resiste al cambio. 
Vivimos una relación de amor-odio con la rutina. Pero cuando un agente externo intenta modificar el cómo hacemos las cosas nuestra reacción siempre es defensiva.




Todas las teorías y metodologías relativas a las mejoras en la gestión de empresas pasan por esta extraña y temida etapa y todos los profesionales (internos y externos) empeñados en formar, implantar y/o gestionar estos cambios siempre chocan en mayor o menor medida, o con mejor o peor fortuna, contra la oposición del personal de la empresa, a todos los niveles.

La mejora de una empresa viene dada por la mejora de todos sus trabajadores (no hablo de sustituir personal, despedirlo o modificar sueldos). El primer paso es valorar el trabajo que cada uno desarrolla. Necesitamos que una persona, y aquí opino que es mejor alguien externo, estudie el qué y el cómo de nuestro trabajo diario y rutinario, lo valore y nos dé su opinión.


Para que esto  tenga algún valor debemos tener la mente muy abierta y despierta para recibir esa crítica, y capacidad para reflexionar sobre la misma. Conociendo nuestros puntos débiles y fuertes podremos evolucionar profesionalmente.


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